por Karin Böseler
Las personas en coma (o en estado vegetativo o síndrome apálico) requieren no solo atención médica, de enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional y neuropsicológica intensiva, sino también atención y apoyo especiales. Necesitan un contacto interpersonal intensivo.
Las actividades de musicoterapia, como cantar, tararear o improvisar con instrumentos musicales, ofrecen una manera de brindar a las personas en estado vegetativo una sensación de seguridad, protección, conexión humana y calidez mediante un diálogo cercano e intenso. Esto es especialmente importante cuando las personas afectadas han sufrido trauma psicológico, además de graves discapacidades físicas y posiblemente cognitivas.
Los diálogos musicales interpersonales con personas en estado vegetativo están estrechamente vinculados a experiencias prenatales profundamente arraigadas. Se asemejan al diálogo íntimo entre madre e hijo (lenguaje maternal, lenguaje infantil). Basándose en estas experiencias, la musicoterapia permite a las personas en estado vegetativo reconectar con su mundo interior.
Además, la música afecta el centro de recompensa y placer del cerebro (estriado ventral), de forma similar a una mirada o caricia cariñosa en un ambiente relajado. El Dr. Andreas Zieger, médico jefe de rehabilitación neurológica temprana en Oldenburg, escribe: „La música afecta de forma demostrable a todo el cerebro: activa y calma las estructuras tónicas del tronco encefálico“. „La música afecta a ambos hemisferios cerebrales: el hemisferio derecho reacciona al sonido, la entonación, la dinámica y las emociones negativas, mientras que el hemisferio izquierdo gestiona funciones analíticas y racionales como la melodía, el ritmo, el reconocimiento del tono y las emociones positivas“.„
Las personas en estado vegetativo responden a la música. El musicoterapeuta presta atención a los movimientos más sutiles, como masticar y chasquear los dedos, los movimientos de los párpados, los cambios en la dirección de la mirada, la fijación de los ojos, los cambios en la respiración (inhalación y exhalación profundas), la relajación o tensión física, los giros de la cabeza y otros movimientos corporales. Signos emocionales como expresiones faciales alteradas, la sonrisa o el llanto también sugieren que las personas en estado vegetativo pueden reaccionar a su entorno y percibir la música como un apoyo positivo, reconfortante y vital.
La musicoterapia para personas en estado vegetativo es un complemento importante a la amplia gama de servicios terapéuticos, ya que aborda y percibe las necesidades humanas básicas, cambia y amplía las experiencias emocionales y ayuda a superar las ansiedades y las experiencias traumáticas.
Fuente: Andreas Zieger, La música como mediadora de una nueva vida. Un signo social de esperanza para personas en coma y síndrome apálico. En: Neander, K.-D. (ed.): Música y Cuidado. Múnich: Urban & Fischer, 1999, pp. 145-164.